ARTÍCULO ORIGINAL
Radioterapia adyuvante en el cáncer rectal
Dra. Lissi Lisbet Rodríguez Rodríguez1,
Yaissel Alfonso Alfonso2, Dra. María Caridad Reinaldo Ruiz3,
Elys María Pedraza-Rodríguez4, Lázaro Roque Pérez2, Lic.
Elizabeth Finalet Marrero2
1Hospital Oncológico Provincial “Celestino Hernández
Robau”, Santa Clara, Villa Clara, Cuba
2Filial Universitaria de Ciencias Médicas “Lidia Doce Sánchez”,
Sagua la Grande, Villa Clara, Cuba
3Hospital General Universitario “Mártires del 9 de Abril”, Sagua la
Grande, Villa Clara, Cuba
4Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, Cuba
RESUMEN Introducción:
la
radioterapia se utiliza como tratamiento hace más de un siglo y está basada
en el empleo de radiaciones ionizantes de manera local. Objetivo: evaluar
la respuesta a la radioterapia adyuvante en los pacientes con cáncer de
recto. Método:
se realizó un estudio observacional descriptivo longitudinal retrospectivo
durante el período de enero de 2012 a diciembre de 2016. La población en
estudio estuvo conformada por los pacientes atendidos en el Servicio de
Oncología y Radioterapia del Hospital “Celestino Hernández Robau” con
diagnóstico positivo de cáncer rectal y que fueron tributarios a tratamiento
con radioterapia adyuvante. La muestra quedó constituida por 198 pacientes
mediante un muestreo no probabilístico o por conveniencia. Resultados:
predominaron las edades entre 41 y 50 años, el sexo masculino, la procedencia
urbana y el color de la piel blanca; como factores de riesgo la dieta grasa,
el hábito de fumar, la obesidad y el consumo de alcohol y como principales
enfermedades asociadas la hipertensión arterial, las úlceras gastroduodenales
y el asma bronquial, además de otras neoplasias. Se encontraron familiares
con otros tipos de neoplasias como cáncer de mama, próstata y ovario. La
respuesta al tratamiento fue completa, sobre todo en los pacientes con
estadios I-b y II-b. Entre las complicaciones agudas estuvo la radiodermitis
y entre las crónicas la cistitis rádica. Conclusiones: existe un elevado
predominio de sobrevida sin la enfermedad, incluso de dos años, después de
haber recibido la radioterapia adyuvante sin manifestar al menos una recaída. Palabras
clave:
radioterapia adyuvante; neoplasias del recto; factores de riesgo;
supervivencia sin enfermedad |
ABSTRACT Introduction: radiotherapy is used as a treatment for more than a century and it is
based on the use of local ionizing radiation. Objective: To evaluate the response
to adjuvant radiotherapy in patients with rectal cancer. Method: A retrospective
longitudinal descriptive observational study was carried out from January
2012 to December 2016. The study population consisted of patients treated at
the Oncology and Radiotherapy Service of the Celestino Hernández Robau
Hospital in Villa Clara with positive diagnosis of rectal cancer who met the
criteria for treatment with adjuvant radiotherapy. The sample consisted of
198 patients by non-probabilistic or convenience sampling. Results: age
between 41-50 years, male sex, urban origin and white skin color
predominated; the fat diet, smoking habit, obesity and alcohol consumption
predominated as a risk factor and the arterial hypertension, gastroduodenal
ulcers and bronchial asthma as main associated diseases, in addition to other
neoplasms. Family members were found with other types of neoplasms such as
breast, prostate and ovarian cancer. The response to treatment was complete
and prevailed in patients with stage I–b and II-b. Radiodermitis was among
the acute complications and in chronic the radicular cystitis. Conclusions: There
is a high prevalence of patients surviving without the disease even 2 years,
after have received adjuvant radiotherapy without manifesting at least one
relapse. Key words: adjuvant radiotherapy; rectal neoplasms; risk factors; disease-free
survival |
INTRODUCCIÓN
El cáncer
colorectal (CCR) es una enfermedad clínica de especial interés, su incidencia
aumenta progresivamente y constituye un problema de salud en países
socioeconómicamente avanzados. Cuba no escapa de ese aumento radical de su
incidencia. Globalmente cerca de 800 000 nuevos casos de CCR son registrados
cada año, lo que representa aproximadamente el 10% de todos los cánceres; la
mortalidad por cáncer colorrectal es estimada en cerca de 450 000 casos por
año.1
En 1998 fueron estimados 131 600 nuevos casos y 56 500 muertes en los Estados
Unidos (EU), lo que representó el 11% de la mortalidad en ese país. En el año
2014 se informaron al Registro Nacional de cáncer de los EU 2 506 casos nuevos
con esta localización: 625 (25%) correspondían al recto. Las tasas específicas
por edad de incidencia y mortalidad en ambos sexos son más elevadas a partir de
los 55 años y más frecuentes en la mujer (52,8%) que en el hombre (47,2%).
Ocupa el décimo lugar en la incidencia en el sexo femenino y el quince para el
sexo masculino.1
El cáncer colorrectal es una de las neoplasias de más altas morbilidad y
mortalidad, su estudio ha llevado a reconocer factores que predisponen a su
aparición y a detectar grupos de riesgo: la edad (mayores de 40 años), los
antecedentes familiares de cáncer colorrectal, los antecedentes personales de
enfermedades granulomatosas, la colitis ulcerativa, la poliposis y la dieta (el
consumo de alimentos ricos en grasa y pobres en fibras y productos de animales
son factores que se mencionan como factor asociado básico en su aparición).2-5
En España se estimó una incidencia de 28 551 casos y una mortalidad de 14 303
en el año 2008 (el 13,3% de las muertes por cáncer). Se localizó, tanto en
incidencia como en mortalidad, en una posición intermedia en relación al resto
de países europeos.5
Es una enfermedad de la tercera edad que puede tratarse y curarse de lograr un
diagnóstico precoz y una terapéutica oportuna, para lo que se considera
imprescindible la labor de pesquizaje; la sobrevida varía en relación a la
precocidad del diagnóstico.
Según la literatura2-4 se ha relacionado con factores
medioambientales y dietéticos y se postula que aumenta la incidencia con el
aumento del consumo de proteínas y grasas y disminuye con la ingestión de
fibras, vitamina D y calcio; no obstante, aún existe una gran controversia en
los resultados.2 Más del 80% de los cánceres rectales aparecen en
pólipos adenomatosos, su prevalencia aumenta del 20 al 25% a los 50 años y al
50% a los 75 u 80 años. La mayoría ocurren en personas con riesgo medio, pero
el 20% ocurren en pacientes con factores de riesgo específicos, como los
antecedentes de CCR en familiares de primer grado. Cerca del 6% de los casos se
asocian a síndromes genéticos poco frecuentes como la poliposis adenomatosa
familiar o el CCR no polipósico hereditario. El riesgo aumenta en pacientes con
colitis ulcerosa de larga duración, en los ya diagnosticados de grandes pólipos
adenomatosos o de CCR y en los que tienen antecedentes familiares de pólipos
adenomatosos diagnosticados antes de los 60 años.2,3
La contribución de la radioterapia adyuvante al tratamiento del cáncer de recto
es un tema controvertido. Su valor quedó establecido en el marco postoperatorio
tras los grandes ensayos clínicos americanos realizados hace más de una década,
con intervenciones quirúrgicas consideradas hoy inadecuadas y con resultados
que deben hoy día revaluarse.5-7
Varias son las ventajas del tratamiento adyuvante preoperatorio y, en
particular, de la radioterapia asociada o no a quimioterapia, que puede
esterilizar las células tumorales del tejido perirrectal y disminuir las
siembras quirúrgicas, que suelen estar mejor oxigenadas previo a la
intervención quirúrgica y, por lo tanto, son más radiosensibles. La reducción
tumoral producida permite aumentar tanto las tasas de resecabilidad curativa en
pacientes marginalmente resecables como las posibilidades de procedimientos
quirúrgicos preservadores de esfínter en tumores de recto distales.7,8
La radioquimioterapia es superior a la radioterapia en los tratamientos
postoperatorios, pero no hay evidencia científica de que esto ocurra de manera
similar en un enfoque preoperatorio. La reducción tumoral es mayor en un
tratamiento combinado preoperatorio y la toxicidad se incrementa.9
Series retrospectivas apreciaron que la radioterapia postoperatoria disminuye
las tasas de recaída local tras la intervención quirúrgica del cáncer de recto,
estadios II y III, pero la contribución de esta radioterapia quedó establecida
tras la publicación de tres grandes ensayos randomizados americanos realizados
a lo largo de los años 80.
Un por ciento importante de pacientes logra ser curado con las modalidades
terapéuticas disponibles actualmente, pero cerca de la mitad de los pacientes
mueren a causa de esta neoplasia. Para realizar este estudio se tuvo en cuenta
que el cáncer rectal es curable en un por ciento significativo de pacientes
cuando se detecta a tiempo, por lo que es necesario mejorar las estrategias
para la prevención primaria y secundaria y para el diagnóstico y el tratamiento
de esta enfermedad con la finalidad de contribuir en la lucha colosal contra el
cáncer. Esta investigación pretende evaluar la respuesta a la radioterapia
adyuvante en los pacientes con cáncer de recto del Hospital Universitario
Asistencial “Celestino Hernández Robau”.
MÉTODOS
Se realizó
una investigación aplicando los enfoques cuanticualitativo, con predominio
cuantitativo, de tipo observacional descriptivo longitudinal retrospectivo en
pacientes atendidos en el Servicio de Oncología y Radioterapia del Hospital
Universitario Asistencial “Celestino Hernández Robau” de la Ciudad de Santa
Clara, Provincia de Villa Clara, en el período comprendido del primero de enero
de 2012 hasta el 31 de diciembre de 2016.
La población de estudio estuvo constituida por la totalidad de los pacientes
atendidos en ese servicio y en ese hospital con diagnóstico positivo de cáncer
rectal y que fueron tributarios a tratamiento con radioterapia adyuvante.
La muestra quedó conformada por un total de 198 pacientes por los siguientes
criterios:
Criterios de inclusión
- Confirmación histológica de cáncer rectal
- Seguimiento estricto clínico radiológico de todos los pacientes
- Según edad en años cumplidos para los mayores de 18 años
- Pacientes que recibieron radioterapia y quimioterapia preoperatorias
- Pacientes que recibieron radioterapia postoperatoria.
Criterios de exclusión
para ambos grupos
- Pacientes con metástasis a distancia al momento del diagnóstico.
Variables
y su operacionalización:
Las variables de estudio fueron tomadas según las necesidades de la
investigación: la edad, el sexo, el color de la piel, la procedencia, los factores
de riesgo, las enfermedades asociadas, los antecedentes familiares de
neoplasias, la localización anatómica del tumor, el sistema tumor, nódulo y
metástasis (TNM), los estadios clínicos, el tratamiento quirúrgico realizado,
el tratamiento radiante utilizado, la poliquimioterapia utilizada, el intervalo
libre de enfermedad, la evaluación de la respuesta al tratamiento y las
complicaciones del tratamiento radiante.
Para la evaluación de la respuesta al tratamiento se utilizaron los criterios
de la Organización Mundial de la Salud:
- Respuesta completa (RC): se define como la desaparición de toda evidencia de
enfermedad conocida, subjetiva y objetiva, sin aparición de ninguna nueva
lesión durante cuatro semanas como mínimo.
- Respuesta parcial (RP): se define como la disminución, al menos del 50%, de
la suma del producto de los diámetros perpendiculares de las lesiones mayores
durante el tratamiento y al menos durante cuatro semanas de concluido.
- Enfermedad estable (EE): cuando existe modificación de más del 25% del tamaño
de las lesiones y sin aparición de nuevas lesiones.
- Progresión (P): cuando aparece alguna nueva lesión independientemente de la
reducción de las conocidas o existe aumento del 25% del tamaño de las lesiones
conocidas.
Técnicas
y procedimientos de procesamiento de la información
El análisis estadístico se llevó a cabo por medio de estadística descriptiva de
cada variable mediante la elaboración de tablas o cuadros estadísticos y
gráficos, además, se utilizaron las frecuencias absoluta y relativa como medida
de resumen.
En el análisis de la supervivencia el de Kaplan-Meier es un estimador no
paramétrico de la función de supervivencia que admite una representación
gráfica por medio de una función escalonada.
RESULTADOS
En la tabla 1 se relacionó el
estadio clínico al diagnóstico y la respuesta al tratamiento. Según aumentaba
la etapa clínica disminuía el nivel de respuesta al tratamiento. Los pacientes
en estadio I (26) obtuvieron un 100% de respuesta completa al tratamiento.
Tabla
1.
Distribución de los pacientes según el estadio clínico y la respuesta al
tratamiento
Estadio |
Respuesta al tratamiento |
Total |
||||||||
RC |
% |
EE |
% |
P |
% |
RP |
% |
No. |
% |
|
I-b |
26 |
13,1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
26 |
13,1 |
II-b |
100 |
50,5 |
6 |
3,00 |
4 |
2,00 |
32 |
16,2 |
142 |
71,7 |
III-a |
3 |
1,50 |
1 |
0,50 |
2 |
1,00 |
6 |
2,00 |
10 |
5,10 |
III-b |
9 |
4,50 |
1 |
0,50 |
4 |
2,00 |
4 |
3,00 |
20 |
10,1 |
Total |
138 |
69,7 |
69,7 |
4,00 |
4 |
5,10 |
42 |
21,2 |
198 |
100 |
Fuente:
modelo de recolección de datos |
La
complicación más frecuente fue la radiodermitis (50 pacientes, para un 39,1%
del total; 32 pacientes tuvieron la forma aguda -25% de los que presentaron
daño dermatológico-). Los trastornos hematológicos se presentaron solo como
complicaciones agudas en ocho pacientes (6,3% de las complicaciones). Las
afectaciones del sistema digestivo (a excepción de la proctitis) se presentaron
en 18 pacientes (14,1% de las complicaciones): 12 en forma aguda (9,4%) y seis
(4,7%) de forma tardía. La proctitis actínica apareció en 24 pacientes (todos
con confirmación médica), lo que representó el 18,8% de las complicaciones; de
forma aguda solo en un paciente (0,8%). La cistitis rádica la padecieron 28
pacientes, después de los 30 días de concluido el tratamiento (21,9% de las
complicaciones), y fue la más frecuente de las tardías (28). No se presentaron
complicaciones graves ni que invalidaran el tratamiento propuesto (tabla 2).
Tabla
2.
Distribución de los pacientes según las complicaciones agudas y crónicas al
tratamiento
Complicaciones |
Agudas |
Crónicas |
Total |
|||
No. |
% |
No. |
% |
No. |
% |
|
Radiodermitis |
32 |
25,0 |
18 |
14,1 |
50 |
39,1 |
Trastornos hematológicos |
8 |
6,30 |
0 |
0,00 |
8 |
6,30 |
Trastornos digestivos |
12 |
9,40 |
6 |
4,70 |
18 |
14,1 |
Proctitis rádica |
1 |
0,80 |
23 |
18,0 |
24 |
18,8 |
Cistitis rádica |
0 |
0,00 |
28 |
21,9 |
28 |
21,9 |
Total |
53 |
41,4 |
75 |
58,6 |
128 |
100 |
Fuente:
modelo de recolección de datos |
El análisis
de la sobrevida global se muestra en el gráfico. Se utilizó una curva de
Kaplan-Meier que muestra que a los 60 meses de seguimiento pacientes sometidos
a este tratamiento tuvieron un 0,72 (72%) de probabilidad de sobrevivir y una
media de 50,3 meses de sobrevida global, con independencia del estadio clínico
al diagnóstico, la histología y otros factores pronósticos.
Gráfico. Distribución de los
pacientes según la probabilidad de sobrevida
DISCUSIÓN
El
predominio del cáncer rectal entre los 41 y los 60 años de edad encontrado en
la presente investigación coincide con la mayoría de los autores consultados.
Kantor y colaboradores10 informan en su trabajo sobre aspectos
clínicos y epidemiológicos de los tumores colorectales que el mayor número de
casos con estas lesiones que llegan a institutos oncológicos corresponde al grupo
de edades entre 35 y 59 años (46, 49,9%), seguido por el grupo de 18 a 34 años
(31, 33,6%). En el presente estudio se comportó en aumento con relación a la
literatura revisada.11
En cuanto a la procedencia las diferencias existentes entre las poblaciones
urbana y rural en la mayoría de los países de América Latina resultan
prácticamente inexistentes en Cuba por los cambios sociales realizados. Se
conoce que el estilo de vida difiere entre las poblaciones urbana y rural. Otro
aspecto que podría influir en el resultado obtenido es la mayor necesidad
subjetiva de salud en las mujeres de áreas urbanas en relación a las rurales,
lo que se debe al nivel de información e interrelación social mayor que tienen
las primeras.11,12
En la presente investigación se encontró un predominio de la dieta rica en
grasa en la mayor parte de la muestra. Algunos autores13 han
señalado entre la dieta y los factores ambientales algunos que pueden
contribuir a la aparición de cáncer de colon: las dietas grasas, la
hipercolesterolemia y la exposición a radiaciones ionizantes. Otros plantean
que los que fuman presentan menor sobrevida que aquellos que no lo hacen. A
pesar del efecto nocivo del cigarro y su relación con la aparición de diversos
tipos de cáncer, no ha sido demostrada una asociación directa con el cáncer de
colon; no obstante, se investiga sobre el tema.14
La hipertensión arterial (HTA) constituyó la enfermedad asociada más frecuente
en la población estudiada y se debe a que es la enfermedad crónica de mayor
prevalencia en Cuba. No se ha demostrado una relación directa entre la HTA y el
cáncer colorectal pero si puede influir, de manera general, en el estado físico
de la paciente y en el resultado del tratamiento aplicado, tanto quirúrgico
como quimioterápico. La HTA es uno de los grandes retos de la medicina moderna
por su extraordinaria prevalencia, es probablemente el problema de salud
pública más importante en países desarrollados y subdesarrollados y puede
afirmarse que casi uno de cada cuatro ciudadanos presenta cifras elevadas de
presión arterial.15,16
Resulta interesante el hallazgo de otras neoplasias en algunos pacientes
estudiados. Durante los últimos años se ha observado un incremento en los casos
documentados de cáncer sincrónico, lo que se atribuye a la mayor esperanza de
vida de la población, a una mejora en los métodos diagnósticos o, incluso, al
avance de los tratamientos que impiden la diseminación de una primera
neoplasia.17
Existe un factor genético predisponente que supone las mutaciones comentadas.
En el caso del síndrome de Lynch la alteración en los genes “mismatchrepair”
(MMR), trasmitida mediante herencia autosómica dominante conlleva, junto a la
predisposición para cáncer colorrectal, un elevado riesgo de que las féminas
puedan desarrollar, entre otras, neoplasias de ovario y endometrio. Se cree que
entre un 40 y un 60% de las pacientes con síndrome de Lynch podrán desarrollar,
a lo largo de su vida, un cáncer de endometrio.18,19
En cuanto al papel de la herencia se ha descrito el síndrome de cáncer de mama
y de ovario hereditario, con aparición en las integrantes del árbol familiar de
casos de cáncer de mama, de colon y de ovario, de forma salteada. Si predominan
los casos de cáncer de ovario exclusivamente sería el síndrome de cáncer de
ovario hereditario y el síndrome del cáncer colorrectal hereditario no asociado
a poliposis (Lynch II), menos frecuentes que los anteriores y que pueden
aparecen en los miembros de la familia de adenocarcinomas a diferentes niveles:
cáncer de colon no asociado a poliposis, de endometrio, de mama y de ovario.20
El estadio II-b fue el más frecuente, le siguió el estadio III-b. Esto se
explica porque la muestra estuvo constituida por pacientes tributarios de
tratamiento radiante combinado, que son los designadas para recibirlo según las
Normas de tratamiento21 y la disponibilidad de la tecnología. No se
recogieron pacientes en estadio IV pues este grupo, de forma general, es
considerado paliativo y no tributario de radioterapia.
Para la diferenciación entre complicaciones agudas y tardías se tomaron como
base las alternativas estándares en la literatura revisada22,23 y se
dividieron según el tiempo de aparición en las que aparecían antes de los
primeros 30 días de terminado el tratamiento, incluidas las que se presentan mientras
dura, y las tardías, las que aparecieron después de este tiempo; entre las
agudas la radiodermitis fue la más frecuente.
Los trastornos hematológicos se presentaron solo como complicaciones agudas y
las afectaciones del sistema digestivo (a excepción de la proctitis) en forma
aguda y tardía.
La proctitis rádica se presentó (todos con confirmación médica) como
complicación más frecuente en forma crónica, mientras que la cistitis rádica
apareció después de las ocho semanas de concluir el tratamiento. No se
presentaron complicaciones graves ni que invalidaran el tratamiento propuesto.
Para el análisis de la sobrevida global se utilizó una curva de Kaplan-Meier
que mostró que los pacientes sometidos a este tratamiento tuvieron una alta
probabilidad de sobrevivir globalmente, con independencia del estadio clínico
al diagnóstico, la histología y otros factores pronósticos. Esto coincide con
la literatura consultada:19 los resultados de la irradiación
alcanzan entre el 86 y el 92% de sobrevida en el estadio I-b (con diferencias
marcadas entre la enfermedad de Bulky y la no voluminosa), un 63,9% en el II-a,
entre el 60 y el 65% en el II-b y entre el 25 y el 48% en el III.18
Hay estudios que comparan el tratamiento de quimioterapia y radioterapia antes
o después de la intervención quirúrgica. En estos tratamientos se encuentra la
primera y más eficaz pauta y se reducen las cifras de recidiva local a la
mitad, con menor incidencia de cistitis rádica y sin mayores efectos
secundarios a largo plazo;24 el estadio anatomopatológico tras el
tratamiento adyuvante constituye un factor pronóstico independiente.25
Actualmente se emplea la quimioterapia como tratamiento estándar preoperatorio
en tumores de recto localmente avanzados, es decir, en estadios
anatomopatológicos II-III.26
Este tratamiento paliativo se considera eficaz en pacientes sintomáticos con
tumores pélvicos irresecables de origen colorrectal pues disminuye el dolor y
el sangrado en un 80% de los casos y mejora los resultados al combinarlo con
quimioterapia.27
CONCLUSIONES
En la
presente investigación predominaron los pacientes entre 41 y 50 años, del sexo
masculino, de procedencia urbana y de piel blanca; la dieta grasa resultó el
factor de riesgo más frecuente, mientras que la hipertensión arterial fue la enfermedad
crónica asociada más informada; las principales complicaciones fueron la
radiodermitis y la cistitis rádica y la probabilidad de sobrevida y de vivir
sin enfermedad a los dos años es muy alta después de haber recibido la
radioterapia adyuvante sin manifestar, al menos, una recaída. A medida que se
diagnostique esta afectación más precozmente en cuanto al estadio, existen
mayores posibilidades de obtener una respuesta completa al tratamiento
radiante.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. GLOBACAN
2012, Cancer Incidence, Mortality and Prevalenc Worldwide [Internet]. 2012 [citado 20 Ene 2015]. Disponible en: http://globocan.iarc.fr/Pages/fact_sheets_cancer.aspx
2. Varona Pérez P, Torres Barbie P, ElejaldeLarinaga AR,
Hernández Caballero EA, Neninger Vinageras E. Modelo para la prevención y
manejo del cáncer de pulmón en Cuba, 2010. Rev Cubana Hig Epidemiol [Internet].
2012 Ene-Abr [citado 20 Ene 2015];50(1):37-47. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1561-30032012000100006
3. Salabarria JG. Programa Integral para el Control del Cáncer
en Cuba. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2014.
4. Organización Mundial de la Salud. Prevención del cáncer
[Internet]. 2015 [citado 23 Feb 2016]. Disponible en: http://www.who.int/cancer/prevention/es/
5. Castells A, Marzo-Castillejo M, Mascort JJ, Amador FJ,
Andreu M, Bellas B et al. Prevención del Cáncer Colorrectal. Actualización
2009. Gastroenterol Hepatol [Internet]. 2009 [citado 20 Ene
2015];32(10):717.e1–717.e58. Disponible en: https://www.aegastro.es/sites/default/files/archivos/guia-clinica/gpc_colorrectal_2009.pdf
6. Cuba. Ministerio de Salud Pública. Manual de Procedimiento
del Registro de Cáncer 2015. Programa Integral para el Control del Cáncer en
Cuba. Ciencias Médicas; 2015.
7. Calle EE,
Rodríguez C, Walker-Thurmond K, Thun MJ. Overweight, obesity, and mortality
from cancer in a prospectively studied cohort of U.S. adults. N Engl J Med [Internet]. 2013 Abr [citado 20 Ene
2015];348(17):1625-1638. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12711737
8. Muniesa JÁ. Protocolo asistencial del cáncer de esófago. En:
Yubero A, Thomson C, Muniesa JA, Martínez G, Lázaro JM, Del Val JM, editores.
Protocolos Asistenciales de los Tumores Digestivos. Teruel: 2015. p. 59-75.
9. American
Cancer Society. Cancer Facts & Figures 2016. Atlanta:
American Cancer Society; 2016. Disponible en: https://www.cancer.org/research/cancer-facts-statistics/all-cancer-facts-figures/cancer-facts-figures-2016.html
10. Kantor ED,
Onstad L, Blount PL, Reid BJ, Vaughan TL. Use of statin medications and risk of
esophageal adenocarcinoma in persons with Barrett’s esophagus. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev [Internet]. 2012 Mar
[citado 29 Sep 2016];21(3):456–461. Disponible en: https://pdfs.semanticscholar.org/ef7d/c362c9b0a087f17699bc82ab4ddfa8a8a691.pdf
11. Kleinberg L,
Kelly R, Yang S, Wang JS, Forastiere AA. Cancer of the Esophagus. In:
Niederhuber JE, Armitage JO, Dorshow JH, Kastan MB, Tepper JE, eds. Abeloff’s Clinical Oncology. 5th ed. Philadelphia: Elsevier;
2014.
12. Spechler SJ.
Barrett esophagus and risk of esophageal cancer: A clinical review. JAMA [Internet]. 2013 Aug [citado 29 Sep
2016];310(6):627–636. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23942681
13. Cancer. In:
Edge SB, Byrd DR, Compton CC, et al. AJCC Cancer Staging Manual. 7ma ed. New York: Springer; 2010. p. 43-64.
14. Hano García Olga Marina, Wood Rodríguez Lisette, Galbán
García Enrique, Abreu Vázquez María del Rosario. Factores de riesgo para el
cáncer colorrectal. Rev Cubana Med [Internet]. 2011 Jun [citado 6 Jun
2017];50(2):118-132. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75232011000200002&lng=es
15. Agámez Paternina AP, Hernández Riera R, Cervera Estrada L,
Rodríguez García Y. Factores relacionados con la no adherencia al tratamiento
antihipertensivo. AMC [Internet]. 2008 Oct [citado 6 Jun 2017];12(5):[aprox.
11p.]. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1025-02552008000500009
16. Levi F,
Randimbison L, La Venchia C. Incidence of colorectal cancer following
adenomatous polyps of the large intestine. Int
J Cancer [Internet]. 1993 Sep [citado 29 Sep 2016]; 55(3):415-8. Disponible en:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8375925
17. Lee WC,
Neugut AL, Garbowski GC, Forde KA, Trat MR, Waye JD, et al. Cigarettes,
alcohol, coffee and caffeine as risk factors for colorectal adenomatous polyps.
An Epidemiol [Internet]. 1993 May
[citado 29 Sep 2016];3(3):239-44. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8275195
18. Castro Martín B, Ortega Sánchez I, de Santiago García J,
Hernández Gutiérrez A. Cáncer sincrónico: neoplasias ginecológicas concurrentes
de cuello, ovario y trompa. Caso clínico. Rev Chil Obstet Ginecol [Internet].
2011 [citado 6 Jun 2017];76(6):417-419. Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75262011000600008
19. Giovannunci E, Colditz GA, Stampfer MJ, Hunter D, Rosner BA,
Willett WC, et al. A prospective study of cigarette smoking and risk of
colorectal adenoma and colorectal cancer in US women. J Natl Cancer Inst
[Internet]. 1994 Feb [citado 29 Sep 2016];86(3):192-6. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8283491
20. Chang WC, Muo CH, Liang JA, Sung FC, Kao CH. Gynecological
malignancy risk in colorectal cancer survivors: A population-based cohort
study. Eur J Oncol Nurs [Internet]. 2015 Oct [citado 6 Jun 2017];19(5):473-8.
Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25790918
21. ViñesJJ, Ardanaz E, Arrazola A, Gaminde I. Epidemiología
poblacional de cáncer colorrectal: Revisión de la causalidad. Anales Sis San
Navarra [Internet]. 2003 Ene-Abr [citado 16 Ene 2018];26(1):79-97. Disponible
en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272003000100007&lng=es
22. Samak AK, Taylor RS, Marshall T, Chapman MA. A meta-analysis
of the association of physical activity with reduced risk of colorectal cancer.
Colorectal Dis [Internet]. 2005 May [citado 6 Jun 2017];7(3):204-13. Disponible
en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15859955
23. Carwford JM. Aparato gastrointestinal. Intestino delgado y
grueso. En: Cotran RS, Kumar V, Collins T. Robbins. Patología Estructural y
Funcional. 6ta ed. Madrid: McGraw-Hill-Interamenicana; 2014. p. 836-74.
24. Palman L, Glimelius B. Pre or postoperative radiotherapy in
rectal and rectosigmoid carcinoma. Report from a randomized multicenter trial.
Ann Surg [Internet]. 1990 Feb [citado 6 Jun 2017];211:187-195. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1357963/
25. Lin AY, Wong WD, Shia J, Minsky BD, Temple LK, Guillem JG,
et al. Predictive clinicopathologic factors for limited response of T3 rectal
cancer to combined modality therapy. Int J Colorectal Dis [Internet]. 2008 Mar
[citado 6 Jun 2017];23(3):243-249. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18046561
26. Díaz M, Becker DE. Thermoregulation: physiological and
clinical considerations during sedation and general anesthesia. Anesth Prog
[Internet]. 2010 [citado 6 Jun 2017];57(1):25-32. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20331336
27. Meguid RA, Slidell MB, Wolfgang CL, Chang DC, Ahuja N. Is
there are difference in survival between right-versus left-sided colon cancers?
Ann Sur Oncol [Internet]. 2008 Sep [citado 6 Jun 2017];15(9):2388-2394.
Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18622647
CONFLICTO DE INTERESES
Los autores
declaran no tener ningún conflicto de intereses
Recibido:
17-1-2018
Aprobado: 16-4-2018
Yaissel
Alfonso Alfonso.
Filial Universitaria de Ciencias Médicas “Lidia Doce Sánchez”. Carretera
Circuito Norte a Quemado de Güines km 2 1/2, Sagua la Grande, Villa Clara,
Cuba. Código Postal: 52310 Teléfono: (53)42663527 yaissel@undoedu.vcl.sld.cu